El fenómeno de la gestación subrogada fue uno de los temas debatidos en el Congreso del Partido Popular. Jorge A. Marfil, presidente de la Asociación española de abogados de familia y miembro de la International Academy of Matrimonial Lawyers, insiste en la necesidad de dotar a esta realidad de un marco legal.
La regulación de la maternidad subrogada en nuestro país, a pesar de ser defendida por miembros populares, como Javier Maroto, pasó de puntillas por el Congreso del PP. Se aplaza el debate a un momento posterior, tras haber consultado a expertos en la materia y realizado un análisis más profundo del tema.
Por su parte, Jorge A. Marfil, colaborador de la editorial Lefebvre· El Derecho señala que «es urgente y necesario dotar de un marco legal a esta realidad para solucionar dos problemas básicos:
1) El problema humano: cientos de parejas que quieren ser padres por encima de cualquier cosa y no pueden serlo.
2) El factor económico: evitar la salida de dinero de nuestro país hacia otros países que sí regulan este fenómeno».
En Derecho comparado, indica el experto que «en Europa existen pocos supuestos de maternidad subrogada aceptados. Por una parte están Georgia y Ucrania, países en los que se practica con total normalidad y además se cobra. El coste es la mitad que costaría en Estados Unidos, por ejemplo, pero los problemas vienen cuando se intenta legalizar esas paternidades en España. En el resto de la UE solo podríamos hablar de Inglaterra, con determinadas limitaciones, como por ejemplo que la mujer no puede cobrar, y Holanda, un país muy desarrollado en todos los aspectos».
En opinión del que fuera presidente de la Asociación Española de Abogados de Familia, «no solo hay que abordar la legislación que afecta a la maternidad subrogada, sino que hay que resolver el que la mujer pueda cobrar desde el inicio, al igual que cobra una mujer que presta sus óvulos sanos para la reproducción asistida de otra mujer, y que está regulado en nuestra Ley de Reproducción Asistida de 2006».
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